Metodología Agile: ¿qué es y cuál es su influencia en el sector financiero?

Estamos seguros de que en alguna ocasión has escuchado hablar de este ya popular concepto: la Metodología Agile. Pero… ¿Tienes claro en qué consiste? 

Sin duda, la Metodología Agile puede proporcionarnos grandes beneficios en cuanto a la gestión y desarrollo de proyectos tecnológicos, pero también, puede resultarnos muy interesante aplicarla en otros ámbitos, como puede ser el sector financiero. 

Las empresas tecnológicas han sido, sin duda, las pioneras en implementar Metodologías Agile, pero actualmente ya son muchos otros sectores los que utilizan esta metodología en su día a día. 

Si todavía no tienes claro en qué consiste y los beneficios que aporta la Metodología Agile… ¡Sigue leyendo!

El origen de la Metodología Agile 

A pesar de que este concepto nos parezca muy novedoso, lo cierto es que el origen de la Metodología Agile se remonta a la década de los 90, época del auge de la informática en el mundo de la empresa. 

En esta época la informática empezaba a proliferar en las empresas y el desarrollo de software se enfrentó a una crisis  conocida entonces como “la crisis del desarrollo de aplicaciones” o “el desfase en la entrega de aplicaciones”.

Esto generó una gran frustración entre los desarrolladores, muchos de ellos incapaces de sacar adelante sus proyectos en el tiempo necesario como para que finalmente los resultados pudiesen ser exitosos. 

Esta situación llevó a 17 líderes de pensamiento de software a buscar una solución, llevando a cabo la ahora famosa reunión de Snowbird en Utah para compartir sus ideas y buscar posibles alternativas de desarrollar un software de manera más sencilla y sin sobrecargar el modelo tradicional. 

Fue ahí cuando en el año 2001 nació El manifiesto Agile que posteriormente se convierte en lo que hoy conocemos como Metodología Agile. 

Entonces… ¿Cómo podemos definir la Metodología Agile?

Podemos definir la Metodología Agile como aquella metodología que permite adaptar el modo de trabajar a las condiciones de cada proyecto, consiguiendo así una mayor flexibilidad e inmediatez para adaptar el proyecto y el desarrollo del mismo a las circunstancias que se presenten en cada momento. 

Sin duda, esta es una filosofía que supone una forma diferente a la tradicional de trabajar y de organizarse. Actualmente, Agile va mucho más allá de una simple metodología. Esto es una forma distinta de trabajar, una forma distinta de pensar y una filosofía diferente para las organizaciones que la implementen. 

Con la Metodología Agile cada proyecto se divide en pequeñas partes que tiene que completarse y entregarse en pocas semanas. El objetivo de esta metodología es desarrollar productos y servicios de calidad que respondan a las necesidades de los clientes cuyas prioridades cambian a una velocidad cada vez mayor. 

En un entorno Agile es mucho más empírico. Nos adaptamos en función de lo que va sucediendo por lo que es muy importante ir haciendo pruebas constantemente y automatizarlas para comprobar que lo que estamos haciendo está funcionando. 

Los principios de la Metodología Agile

Definir de forma breve el funcionamiento de la Metodología Agile resulta un tanto complejo dado que existen un montón de aspectos y conceptos clave sobre esta. 

Pero sin duda, algo que nos ayudará a entender mejor en qué consiste esta metodología son sus 12 principios básicos: 

• La satisfacción del cliente mediante tempranas y continuas entregas es fundamental. 
• Aceptamos de forma positiva los cambios. 
• Dividimos el desarrollo en entregas frecuentes. 
• Posibilidad de retroalimentación entre el equipo y el cliente durante el desarrollo del proyecto. 
• Hay que contar con individuos motivados. 
• Las conversaciones cara a cara para comunicarse con los miembros del equipo son necesarias. 
• El progreso se mide viendo que el desarrollo del proyecto va funcionando. 
• Los procesos ágiles promueven un desarrollo sostenible. 
• La atención continua a la calidad técnica y al buen diseño mejora la agilidad. 
• Lo simple es fundamental. 
• Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños surgen de los equipos auto organizados. 
• El equipo debe reflexionar de forma regular sobre cómo puede ser más efectivo.

La aplicación de esta metodología al mundo financiero

La aplicación de la Metodología Agile tiene un gran impacto en el desarrollo de proyectos y también en la forma de trabajar de cualquier equipo, ya que este método nos facilitará la forma de planificar y organizar el trabajo. Esta también puede aplicarse en otras áreas, como puede ser la financiera. 

Hay que tener en cuenta que, la aplicación de la Metodología Agile implica siempre como paso fundamental un cambio de mentalidad y una mayor alineación entre los distintos departamentos. 

Son ya varias las empresas que están aplicando esta metodología también en sus procesos financieros. 

Por ejemplo, en la creación de presupuestos: 

Al crear un presupuesto siguiendo la Metodología Agile, empezaremos a trabajar por iteración, haciendo una entrega de valor al final de cada iteración, por lo que debemos fijar, por ejemplo, 3 metas a diferentes niveles. 

Además, en lugar de crear un presupuesto anual único y estático al elegir este método tendremos que adoptar un pronóstico continuo y realizar actualizaciones de este presupuesto a lo largo del año que reflejen los cambios en la economía, en la industria o incluso dentro de la propia empresa. 

 El Agile Banking 

De la metodología Agile surgen nuevos conceptos, entre estos, el ya conocido como “Agile Banking” o “Banca Ágil”.

Este concepto no es más que la aplicación de metodologías Agile por entidades bancarias. Cada vez son más los bancos que utilizan esta metodología en su estructura de negocio, siendo ING o BBVA pioneras en esto. 

En la banca digital, el pensamiento y las necesidades de los clientes evolucionan constantemente, de ahí que los bancos necesiten responder a estas necesidades y la Metodología Agile sea clave para ello. 

La aplicación de esta metodología en el sector financiero presenta muchas ventajas, permitiendo dinamizar y ofrecer una mayor flexibilidad a la hora de innovar. Gracias a esto las empresas pueden adaptarse con mayor rapidez, ahorrar tiempo y costes, gracias a trabajar de un modo más eficiente y rápido. 

Los resultados del Agile Banking para aquellas entidades que ya lo han aplicado son claros: eficiencia en costes, satisfacción de los clientes, empoderamiento de los procesos internos y un cambio total en la cultura empresarial. 

Y tú… ¿Ya has trabajado siguiendo la Metodología Agile? 

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