Gastos discrecionales: ¿qué son y cómo gestionarlos?
Los gastos discrecionales son un tipo de gasto que debemos conocer a la hora de gestionar nuestras finanzas personales y familiares.
Los gastos discrecionales son un tipo de gasto que debemos conocer a la hora de gestionar nuestras finanzas personales y familiares.
Analizar todos y cada uno de nuestros gastos es un paso clave para una correcta gestión financiera. Diferenciar entre los distintos tipos de gastos nos ayudará a saber cómo deberíamos gestionar cada uno de estos.
No todos los gastos son iguales, está claro que muchos de nuestros gastos son imprescindibles para nuestro día a día y por lo tanto, eliminarlos o reducirlos se vuelve complejo.
Pero hay muchos otros gastos de los cuáles podemos prescindir, o al menos, intentar reducir para lograr mejorar nuestra situación financiera.
Hoy os hablamos de los gastos discrecionales. ¿Conocéis este tipo de gastos? ¿Cómo afectan a nuestro presupuesto? ¿Cómo podemos evitarlos?
¡Vamos a verlo!
¿Qué son los gastos discrecionales?
Los gastos discrecionales son aquellos gastos que realizamos en cosas que no son imprescindibles en nuestro día a día.
Por norma general, incurrimos en este tipo de gastos únicamente para satisfacer un capricho o un deseo pero no se tratan de gastos que necesitemos hacer de forma obligatoria.
Podemos prescindir de los gastos discrecionales , de ahí que los gastos discrecionales sean unos de los que se recomiendan reducir o eliminar cuando buscamos aumentar nuestra capacidad de ahorro familiar o personal.
Otro aspecto característico de los gastos discrecionales es que estos varían cada mes dado que van ligados a nuestras emociones y deseos puntuales, de ahí que, fijarlos y controlarlos en nuestro presupuesto se vuelva un proceso complejo.
¿Cómo podemos gestionar los gastos discrecionales?
Recuerda que ahorrar no necesariamente significa no gastar, sino aprender a gastar mejor y administrar de forma mucho más eficiente nuestros ingresos.
Es cierto que, los gastos discrecionales afectan considerablemente a nuestro presupuesto, dado que, si estamos en un momento en el que buscamos ahorrar más, este tipo de gasto suele ser un impedimento a la hora de lograrlo.
Entonces… ¿Cómo debemos gestionar este tipo de gastos?
Lo primero que necesitamos será tener un presupuesto familiar claro para poder identificar todos nuestros gastos discrecionales. Es muy habitual no darle la importancia que tienen a este tipo de gastos, al no incluirlos en nuestro presupuesto el control de estos suele ser inexistente y a la larga, acaban afectando más de lo que nos imaginamos a nuestras finanzas.
Una vez identificados este tipo de gastos, será el momento de empezar a controlarlos e intentar reducirlos o incluso eliminarlos poco a poco.
Es cierto que todos necesitamos darnos nuestros caprichos de vez en cuando, pero ten en cuenta que, si estás pasando por una situación financiera compleja, los gastos discrecionales siempre deberían ser los primeros en eliminarse.
Puede que crear una lista con tus gastos discrecionales y ordenarlos de menor a mayor relevancia para ti te ayude a la hora de eliminarlos.
Intenta reducir tus gastos discrecionales poco a poco para mejorar tu situación económica. Además, siempre te recomendamos añadir una nueva partida en tu presupuesto y empezar a destinar un porcentaje de tus ingresos al ahorro, de esta forma crearás un hábito de ahorro que te ayudará a mejorar tu situación financiera poco a poco.
Los gastos no discrecionales
Los gastos no discrecionales son aquellos que se consideran obligatorios o necesarios para afrontar nuestra vida cotidiana con normalidad.
Podemos clasificar este tipo de gastos en dos:
1. Los gastos fijos obligatorios
Este tipo de gastos son aquellos que tenemos que pagar de forma periódica mes a mes y por lo tanto, son los prioritarios y los primeros que debemos abonar dado que son obligatorios.
Un ejemplo de este tipo de gastos es el gasto en vivienda, impuestos o el pago de alguna deuda que tengamos pendiente.
Se caracterizan por ser pagos que no suelen admitir demoras y en caso de retrasarnos en el pago, es muy habitual que tengamos que asumir alguna penalización.
2. Los gastos variables
Al igual que el caso anterior, este tipo de gastos también son necesarios en nuestro día a día, pero en este caso, la cuantía de esta partida no siempre es fija.
El ejemplo más claro es el gasto en alimentación. A pesar de que no todos los meses gastamos lo mismo en alimentación, es un gasto necesario que debemos asumir todos los meses.
Son gastos que no podemos eliminar pero quizás sí reducir dependiendo de cómo los gestionemos.
La diferencia entre los gastos discrecionales y no discrecionales está bastante clara. Si estamos pasando por una situación económica compleja los gastos discrecionales serán los primeros que tendremos que eliminar o reducir.
Otras partidas en las que gastar es una buena opción
Solemos identificar cualquier aspecto que nos cueste dinero como algo perjudicial para nuestras finanzas personales, pero esto no siempre es así.
Hay ciertas partidas en las que “gastar” nuestro dinero siempre es una buena opción para nuestras finanzas en el futuro, dado que, a la larga, más que un gasto, estas pueden considerarse una inversión de futuro.
Los ejemplos más claros son:
1. Productos financieros de inversión
Valorar la contratación de algún producto financiero que nos ayude a generar cierta rentabilidad de cara al futuro siempre es una buena opción.
Las opciones a la hora de elegir este tipo de productos son muy variadas, elige la opción que mejor se adapte a tus preferencias como inversor, a tus necesidades y a tus objetivos.
2. Un seguro adaptado a nuestras necesidades
Otra partida que muchas personas ven como un gasto más, es el pago de un seguro de vida. Pero lo cierto es, que este acaba siendo siempre una inversión clave para asegurar nuestro futuro y el de nuestros seres queridos.
Elegir un seguro de vida que se adapte a nuestras necesidades es clave para estar tranquilos al saber que, pase lo que pase, nuestra familia estará cubierta a nivel económico.
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