¿Conoces la falacia del costo irrecuperable?
La falacia del costo irrecuperable es un claro ejemplo de cómo en muchas ocasiones, nuestras emociones pueden llevarnos a tomar decisiones equivocadas que acaban afectando considerablemente a nuestras finanzas personales.
La falacia del costo irrecuperable es un claro ejemplo de cómo en muchas ocasiones, nuestras emociones pueden llevarnos a tomar decisiones equivocadas que acaban afectando considerablemente a nuestras finanzas personales.
Este concepto está ligado principalmente a nuestras decisiones de inversión. Conocer en qué consiste la falacia del costo irrecuperable es clave para poder evitar tomar ciertas decisiones que pueden salirnos caras a la hora de gestionar nuestro dinero.
Sabemos que a la hora de tomar decisiones financieras, no siempre vamos a obtener resultados positivos. Pero… ¿Cómo debemos actuar cuando los resultados no son los deseados?
La falacia del costo irrecuperable nos ayuda a saber cómo actuar ante este tipo de situaciones.
¡Vamos a verlo!
¿Qué entendemos por costo irrecuperable?
Un costo irrecuperable es aquel gasto en el cual ya hemos incurrido y que ya no podemos recuperar en la actualidad.
Dicho de otro modo, en el mundo de las finanzas, los costos irrecuperables son aquellos costos pasados que no pueden revertirse como puede ser ese dinero invertido en un proyecto comercial que finalmente no ha sido rentable.
Este concepto también es conocido como coste hundido, y puede ir mucho más allá del dinero, entendiendo como coste hundido otros aspectos como pueden ser el tiempo dedicado a un proyecto, el esfuerzo u otros recursos a parte de los monetarios.
El origen de la falacia del costo irrecuperable
El origen de la falacia del costo irrecuperable se retoma unos cuantos años atrás. Este sesgo cognitivo comenzó a analizarse y a ser una realidad sobre el año 1967, cuando la aeronave conocida como Concorde fue anunciada como un milagro de la aviación.
Años atrás, este avión francés prometía ser toda una revolución en el mundo de la aviación, atrayendo a varios inversores a apostar por este proyecto. Pero cuando El Concorde vió la luz empezaron los problemas.
El consumo de combustible para el funcionamiento de la aeronave era elevadísimo haciendo que el costo de la operación fuese tan elevado que las inversiones realizadas no resultaron rentables.
El Concorde pasó finalmente a ser uno de los grandes fracasos de la aeronáutica. Una apuesta de muchos inversores que continuaron adelante a pesar de los costes que se estimaba que tendría por no perder lo ya invertido hasta el momento.
Es por eso que la falacia del coste irrecuperable también se conoce como “falacia Concorde”.
¿Qué es la falacia del costo irrecuperable?
La falacia del costo irrecuperable defiende que tenemos la tendencia de que al realizar una inversión que parece no ser rentable, o bien, tras visualizar ciertas pérdidas, llegamos a la conclusión de que deberíamos seguir invirtiendo en esta ya que si dejamos de hacerlo habremos perdido todo lo que ya hemos invertido.
Es decir, esta falacia defiende que cuanto más dinero, esfuerzo o tiempo hayamos empleado en algo más nos cuesta dejarlo.
Reconocer un fracaso suele ser algo que nos cuesta, y en el mundo de las finanzas, esto acaba llevándonos a un pozo financiero difícil de dejar atrás.La falacia del costo irrecuperable hace que sigamos intentando recuperar aquello que ya hemos perdido aunque esta decisión no sea racional.
Esta es una conducta económica irracional que hace que tengamos la tendencia a continuar con algo si ya hemos invertido tiempo, dinero y esfuerzo. Pero lo cierto es que nuestra decisión pasada no debería influir en nuestra decisión presente.
La justificación psicológica por la que actuamos de este modo es que, por norma general, tenemos la necesidad de autoconvencernos de que no hemos perdido nuestro tiempo, dinero o esfuerzo.
La falacia del costo irrecuperable con un ejemplo
Te ponemos un ejemplo para que puedas entender cómo funciona la falacia del costo irrecuperable de forma sencilla:
Imagina que estás en un restaurante cenando y llega el momento de pedir el postre. Te decides a pedir el último plato pero una vez empiezas a dar un par de bocados notas que ya estás lleno y no puedes comer más. Aun así, decides seguir comiendo igual ya que lo has pedido y lo tendrás que pagar.
En este momento estás tomando una decisión con un sesgo económico, en cambio, si decides no comerlo más, estarás consiguiendo desprenderte del conocido como “coste irrecuperable”.
¿Cómo influye en nuestras decisiones financieras esta falacia?
Sin duda, este sesgo cognitivo puede llegar a ejercer una gran influencia en nuestras decisiones financieras.
Si nos dejamos llevar por lo que defiende esta falacia, lo más probable es que acabemos tomando una decisión equivocada que acabará perjudicando a nuestras finanzas ya que, en lugar de usar la lógica seguimos invirtiendo en algo que no es beneficioso para nosotros de forma irracional.
A la hora de tomar una decisión financiera, o una decisión en cuanto a nuestras inversiones lo mejor siempre será pararnos a analizar todos los escenarios posibles, teniendo en cuenta también las estimaciones que se tendrán de cara al futuro y nuestra situación financiera real.
Puede decirse que, dejarnos llevar por la falacia del coste irrecuperable nos hace perder en parte, lo que se conoce como coste de oportunidad.
Cómo evitar que esta falacia afecte a tus finanzas
La conclusión que sacamos de esta falacia es que, sin duda alguna, aquellos costes hundidos que ya no podemos recuperar no deberían influir en nuestras decisiones presentes. En caso de dejarnos llevar por costes hundidos del pasado, lo más probable es que acabemos tomando decisiones erróneas.
Luchar contra este tipo de sesgos cognitivos suele ser una tarea compleja, pero al ser conscientes de su existencia, las probabilidades de que seamos capaces de esquivarlos y ser más racionales a la hora de tomar decisiones financieras aumentan.
La mejor opción para poder lograr evitar el efecto de la falacia del coste irrecuperable lo mejor es siempre pararnos a analizar la situación en detalle.
De hecho, son muchos los expertos en inversión que recomiendan en estos casos analizar cuáles son las estimaciones de cara al futuro, centrándonos más en el largo plazo y siempre teniendo en cuenta nuestra situación financiera real.
Dejar que nuestras emociones sean las protagonistas a la hora de tomar cualquier decisión financiera no suele ser una buena opción. A pesar de que parezca difícil, os recomendamos intentar analizar en detalle todos los factores determinantes y contrastar datos antes de tomar una decisión definitiva.
Además, si estás pensando en invertir lo mejor es siempre contar con las recomendaciones de un asesor financiero profesional.
En Livetopic le damos una importancia vital al análisis de las necesidades de un usuario antes de ofrecer cualquier tipo de recomendación. No todos necesitamos lo mismo.
Si estás buscando una opción para asegurar tu futuro y el de tus seres queridos, al menos, económicamente, nuestro seguro de vida online es la alternativa perfecta. Completa ya nuestro formulario para que podamos darte una recomendación personalizada.